¿CÓMO LE FUE AL COMERCIO ELECTRÓNICO TRANSFRONTERIZO DURANTE LA PANDEMIA?

¿CÓMO LE FUE AL COMERCIO ELECTRÓNICO TRANSFRONTERIZO DURANTE LA PANDEMIA?

Existe un fuerte consenso que el comercio electrónico transfronterizo ha crecido a gran velocidad. Los datos disponibles sugieren que la pandemia puede incluso haber acelerado esa tendencia. Por ejemplo, según el informe más reciente de la firma, las ventas netas de Amazon International aumentaron en un 28,3% entre el primer semestre de 2020 y ese mismo período en 2019.

Sin embargo, dicha evidencia es anecdótica y parcial. Virtualmente no hay estadísticas oficiales completas, detalladas y consistentes de comercio electrónico internacional para economías individuales. Ello es particularmente cierto para los países de América Latina y el Caribe (ALC), que, por lo tanto, carecen de un insumo crucial para diseñar, guiar e implementar políticas efectivas con relación a esta actividad económica de creciente importancia.

En este blog utilizamos una nueva base de datos de aduanas para caracterizar la evolución y los patrones del comercio electrónico internacional para un país de América Latina. Esa base de datos consiste de todas las compras con tarjetas de crédito y débito hechas en el exterior desde Uruguay, entre enero del 2018 y junio del 2020, en el marco del régimen de franquicias del país.

Ese régimen, establecido en 2012, permite a todos los adultos uruguayos (mayores de 18 años) comprar mercancías no comerciales en el exterior, un máximo de tres veces al año por hasta US$ 200 (y 20 kilogramos) cada una, sin pagar aranceles o impuestos.

El comercio electrónico ya crecía más rápido que el comercio tradicional antes de la pandemia

Antes de la pandemia, el comercio electrónico transfronterizo experimentó una expansión sustancial a medida que más uruguayos comenzaron a hacer compras en línea en el exterior. Las compras anuales en línea crecieron cerca del 25% entre enero del 2018 y enero del 2020 hasta sobrepasar US$ 60 millones. Esto fue impulsado principalmente por un aumento en el número de transacciones, que superó el medio millón. Este aumento, a su vez, se asoció con el crecimiento de la base de compradores. El número de personas en Uruguay que compró en línea en el exterior aumentó aproximadamente el 17,8% durante el mismo período, alcanzando 208,000, lo que equivale al 7,5% de la población adulta del país. Los nuevos importadores digitales fueron más pequeños que aquellos que ya usaban el régimen en términos del valor de las compras. Esto resultó en una reducción del 7,5% en la compra promedio por comprador en esos dos años. Más del 90% de esas transacciones se originaron en los Estados Unidos y más del 40% constituyeron prendas de vestir y electrónicos.

Como referencia, los valores anuales de las importaciones a través del régimen estándar de importaciones se redujeron en un 2% entre enero del 2018 y enero del 2020. Durante ese período el número de transacciones aumentó casi un 8% y el número de importadores se mantuvo virtualmente constante.

Cómo aprovechar los beneficios del comercio electrónico más allá de la pandemia

El comercio electrónico es cada vez más importante y tiene un potencial enorme. Las plataformas en línea pueden ayudar a reducir los costos que enfrentan las firmas cuando procuran alcanzar y relacionarse con más clientes y específicamente penetrar nuevos mercados. La evidencia basada en la red social empresarial del BID, ConnectAmericas.com, indica que ese es efectivamente el caso: las firmas sin presencia digital previa experimentan un aumento significativo en sus ventas externas al usar la plataforma.

A fin de aprovechar plenamente el comercio electrónico, los países de la región necesitan superar varios obstáculos y desafíos de política pública. Además de una conectividad limitada y deficiente y una inadecuada infraestructura tecnológica, estos incluyen sistemas financieros subdesarrollados, servicios postales con desempeño insatisfactorio, y marcos legales y regulatorios que restringen el grado en que las personas confían y llevan a cabo transacciones en línea.

Es importante destacar que existe una clara necesidad de diseñar e implementar estrategias de medición precisas y consistentes internacionalmente, atender barreras explicitas al comercio digital (e.g., políticas restrictivas de datos, barreras de establecimiento) y crear condiciones que sean conducentes al desarrollo de mercados digitales regionales.

Los países también necesitan garantizar de manera segura y expedita el procesamiento del creciente número de paquetes internacionales de pequeño valor. Esto lo pueden lograr a través de la estandarización de procedimientos y la interconexión electrónica entre aduanas y operadores postales y logísticos para habilitar información anticipada de carga. Asimismo, necesitan introducir nuevas tecnologías como inteligencia artificial y machine learning para permitir la automatización de la gestión de riesgos para los envíos en cuestión.

El Banco Interamericano de Desarrollo, en particular a través de su Sector de Integración y Comercio, está trabajando activamente con los países de ALC para apoyarlos a afrontar esos desafíos.

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